¿Qué es el abuso sexual infantil?
El abuso sexual es cualquier forma de maltrato infantil basada en una relación asimétrica y de poder donde la persona que ejerce el abuso busca obtener algún tipo de gratificación sexual, es decir, cualquier conducta sexual que sea dañina para el bienestar mental, emocional o físico de una niña o niño.
Esta relación asimétrica de poder puede provenir de una diferencia de edad, de desarrollo físico, de desarrollo cognitivo, así como de otro tipo de factores.
Una persona tiene poder sobre otra cuando le obliga a realizar algo que ésta no desea, sea cual sea el medio que utilice para ello: la amenaza, la fuerza física, el chantaje, la manipulación, entre otros. Esta situación de superioridad dificulta la búsqueda de ayuda y/o que se hable del tema.
Elementos clave que caracterizan el abuso sexual infantil
- El poder y dominio que ejerce el adulto sobre el niño/a con fines de gratificación sexual.
- El uso de amenazas, engaño, coerción, soborno y fuerza física.
- La vulnerabilidad y dependencia del niño/a frente al agresor.
- La pérdida del respeto y la traición de la confianza.
- El rompimiento de barreras emocionales y físicas.
- Mantenimiento del secreto y otras estrategias que dificultan que se hable del tema o se busque ayuda.
- Dificultad del niño/a para comprender lo que sucede.
- No existe el consenso. El niño/a no tiene opción, no puede ni sabe cómo detener o evitar el abuso.
- Usualmente la incidencia del abuso no se da en un solo episodio; progresa a través del tiempo.
¿Qué conductas se consideran abuso sexual infantil?
Comportamientos sexuales con contacto físico
Comportamientos sexuales sin contacto físico
Consecuencias psicológicas del abuso sexual infantil
Los efectos de los abusos sexuales a los niños y niñas son muy variables dependiendo de diversos factores como:
- Tipo de agresión
- Edad del agresor
- Tipo de relación entre víctima y agresor
- Duración de la agresión
- Frecuencia de la agresión
- Personalidad del niño/a
- Reacción del entorno